-EL MENSAJE-

 

 

   Esta escrito surge mediante un ejercicio, ciertos elementos, personajes, sueños, pautas...

   Un anillo sera lo que  dará el giro a la historia, 

 

                        ely.

Una caja de sorpresas

 

      Joey padre hombre de pocas palabras, elije obrar, más que dar órdenes y como suele decir el refrán “al que no quiere sopa dos platos”,  “dos” fueron los aprendices en el oficio de  mecánicos de automóviles de alta gama que tubo bajo su cargo. Ese fue su primer trabajo y el último hasta llegar a jubilarse, su único hijo no tenía los mismos intereses laborales que su padre, mientras los dos ayudantes se comportaban como dos pillos y holgazanes, cumplían su horario y pasaban de todo.

   Cuando Joey dejo su trabajo los dos aprendices, aunque ya contaban con más conocimientos que los básicos, abandonaron el barco y el taller se cerró. Así una vez jubilado dedico más tiempo a su esposa y a su hijo, cuando coincidían en tiempo y lugar, pues el chaval era muy poco sedentario, le gustaban los deportes extremos y solía estar alejado del hogar por semanas, tenía aún un futuro abierto  y de momento nada decidido, ni prisas ante él. La mujer de Joey padre, era muy hogareña,  a pesar de los años se presumía que hubo de ser muy bonita y aun lo era.

   Joey no se retiró con tristeza, más si de buen agrado, pues su tarea la realizó con  el mayor esmero. Ponía toda su buena voluntad, ni afilaba el lápiz más de lo debido y sacó casi buenos a sus dos colaboradores, que pasaron a ser competentes. El viejo Joey cumplía años cuadrando con el día de los santos inocentes, así cuadraba y cuadraba así.  Era extraño para él que en ese día, ningún familiar, amigo, colega, o cliente se acordase de felicitarlo por un motivo u otro. Se desilusionó y le echo la culpa al paso de los años, ese hecho de que a nadie le interesaba su persona, era la única respuesta que se daba. Nadie lo tenía ya en cuenta…solo pensaba en esa posibilidad. Lo que él, no imaginó es que justamente toda esa gente que si le quería y que año a año se sumaba alguien más, le tenían planeado un regalo sorpresa. Se lo entregarían pasadas las últimas horas de la tarde, así la inocencia le valdría, caería en el truco con mayor facilidad. Joey se hallaba apesadumbrado y a la hora de retirar los residuos y fumar su único cigarrillo del día, se halló con la sorpresa de las sorpresas, una enorme caja delante de su portal envuelta con un papel con motivos de automóviles, dudó que fuese para sí y volvió a dudar…

Mas decía en un ángulo de la caja_ ábrelo Joey, aquí tienes una sorpresa.

 

  “es algo exclusivo para ti”,  ¡Sí! ¡Era para él aquel regalo!  ¿Sería un obsequio o una broma por el día de los inocentes?

    Dejó el cigarro y sus últimas obligaciones del día para luego, como un niño al ocuparse de abrir su regalo, pasando de caja en caja y de sorpresa en sorpresa, hallo dentro de una caja otra, y así otra tras otra más, hasta que en la última encontró algo, una carta escrita por su hijo o como le decía su padre: Joey Yúnior y estaba dedicada por toda esa gente que él pensaba ya lo habían olvidado. Quedo perplejo y asombrado. Feliz…

    Todo lo que te regalamos en tu cumple es lo que hay en esta carta, ábrela y léela atentamente. La carta escrita por mí - Dado el día de tú cumpleaños y siendo el día de los inocentes, todos nosotros decidimos regalarte un auto como tantos otros que tú reparaste con tanto cariño, ¡QUE LA INOCENCIA TE VALGA!… ¡no nos olvidamos de ti, buen hombre!, en casa encontraras unas llaves que mamá tiene en sus manos para ti, ¡un muy feliz cumpleaños! de todos los que te admiramos y queremos.

   Joey se preguntó así mismo que habría sido de su vida si ese coche hubiese sido suyo en sus veinte y una primaveras,  meditando largo rato se dijo para si_ me hubiese sentido un Dandi, y luego que….me comería la vida a 190 km por hora, mínimamente y perdiendo el disfrutar tantas cosas por el camino, sin llegar a saborearlo. Tal vez ni se habría casado y su hijo ¿llegaría a existir?…recién iban por la tercera dinastía Joey, y le gustaría, pensó- que continuase. El auto le llego en el momento más oportuno. Sabía algo de la vida, por su trabajo y gracias a la gente que mediante él conoció, la gratificación  de haber estudiado y el vivir de la mecánica, otras lecciones se las dio el mundo, con su permiso o sin él; este día de los S. inocentes le sorprendió. Las casas han de construirse de abajo hacia arriba y así todo en la vida, se quedó  con esa conclusión como este automóvil que en cierta manera la vida le regalo, lo habría de conducir por las mejores carreteras, y se pasearía junto a su mujer por todos los confines que se debían, eso sí, si no era obligatorio, no pisaría el acelerador más allá de los 100 km por hora.

 

Ya había pasado mucho tiempo desde sus veinte y una primaveras…

 

                                                                                                                                                           eLY.         1.

Quién es Joey padre

     Joey padre es hijo único, primogénito al igual que su  padre y su hijo yúnior, destinados a seguir la misma ruta familiar con las peculiaridades que conlleva dicha condición y con sus similitudes y desigualdades.

    Al año de haber enviudado, poco después de jubilarse, a pesar de un deje de tristeza al mirar, por haber perdido a su compañera; la vida siguió igual para él, no perdió su prestancia, el buen vestir y continuó con sus rutinarios ejercicios matinales. Por ese entonces su hijo se independizo y el hogar quedo muy grande lo habitaban él y su sombra, no se debía ni a mascotas ni plantas, ni a nada de nada. La casa se hallaba tan aseada como siempre, él solía realizar las tareas diarias y una señora  de confianza de la familia, pasaba unas horas  dos veces por semana para los quehaceres que a él le causaban más dificultad. Ni ella se fijaba en él, más que en un empleador y él no se fijaba en ella, ni en otra mujer alguna, ciertas veces podía ser que se le fuera la vista tras una mujer muy bien vestida, más que detrás de un escote, si la vista pasaba por allí pronto lo olvidaba, en su corazón aun perduraba el sentimiento de viudez y el vivo recuerdo de su difunta esposa.  Por su apariencia debió de ser un hombre sumamente atractivo,  más alto que la talla media, de ojos azul cielo, cabello que a esta altura era entre cano y una contextura física donde un cuerpo  con cierto trabajo físico disimulaba los años, no era persona de excesos, tal vez muy clásico, nada de aritos, tatuajes, Pirsin, ropa muy ceñida al cuerpo, no,  pero tampoco por esto hacía juicios sobre otros. Solía a menudo seguir una serie de ejercicios físicos, luego leía el periódico y ahora la gran pasión que fueron los fierros, pasó a compartirla con los libros y la escritura luego. Seguía algún deporte en vivo, por TV. radio o en el periódico, junto a sus amigos o a solas.

    Prefería leer filosofía, historia, ensayos, biografías de célebres personajes y  muchas notas que llegaban a  sus manos.  Dentro de su gran número de conocidos, un grupo de ellos se interesaban al igual que Joey por las letras  y ellos fueron los primeros en conocer algunos de sus  escritos, quienes le animaron a continuar, puntualizando que no le importara si le resultaba fácil o difícil, que  lo más importante era que no lo dejara.

  “De momento se le presentaban ciertos fantasmas”,  borrarlos  escribiendo sobre ellos, podía resultar un alivio, un modo de intentarlos y  darles su sitio y tamaño. Puede escribir algo interesante” aunque luego quede encajonado entre otros papeles de similar interés, guardarlos es lícito y en algún momento, en el futuro podría ser útil. Como sacado de la galera. Tratar sobre otros géneros literarios

 

                                                                                                        

 

  Hurgar por otros lugares es enriquecedor y esos fantasmas que en su momento fueron un punto de partida, sean desplazados, encontrando otra línea, un estilo…

   Sus primeras inicios en la escritura eran cartas a su esposa difunta, le escribía tal cual estuviera viva, esperando una respuesta que nunca llegaba; tal vez en sueños podía verla o recordarla, durante el día la escritura lo llevaba a lo más profundo de su ser y comunicarse a su modo con ella y contarle  todo lo que la extrañaba. No podía admitir que se fuera tan pronto. Él recordaba todo lo felices que fueron y lo agradecido que le estaba, no había respuestas, pero para él bastaba saber que algo de ella tomaba vida con las cartas e imaginando o adivinando posibles respuestas de esas cartas que de ella esperaba. Aunque no tuviera una respuesta tangible, para él era  algo necesario, algo cotidiano aunque fuese un sin fin. Él se permitía seguir escribiendo cartas que iban sin retorno, lo motivaban a saldar su duelo, sin olvidadla aceptar que ya no estaba y lo sorteaba escribiéndole…escribiendo a un fantasma… Así fue venciendo ese distanciamiento obligado, provocado en su vida tras la muerte inesperada de su señora en el otoño de sus vidas. Y en menor grado le fue perdiendo el temor a la hoja en blanco, al no obtener una respuesta real y concisa. El escribir un final que provenía de otro trabajo con las letras y era imaginar las respuestas posibles e irreales

 Luego pasado por decirlo de alguna forma el duelo, dejo ya esas cartas cuyas respuestas solo el intuía o permanecían en el más absoluto silencio. Solo eran preguntas sin respuestas. Un amor que la muerte separó,  roto. Mucho después Intento probar con otros estilos literarios, y así luego con la lectura y la escritura entretenía sus tardes. Los nuevos escritos se los pasó a sus amigos, quienes le siguieron alentando, como siempre. 

                                                                                                                                                    eLY.    2.

 

¿Quién escribe?...El que es...

     

      Escritor que murmuras palabras desatadas, hilando añoranzas.

       Zurces los rotos agujeritos, rimando, música, misterio, cadencia, letras mediante la escritura.

     Escúchese por quien lo lee y no escribe para quien solo mira, desea que vallan más allá.

     Quién es:

    Una persona es, un individuo, que con su trabajo nos iguala, nos diferencia. Nos presenta un laberinto a descifrar.

    Ilumina vidas cuando persigue estrellas, cometas, el sol, la luna trayéndonoslas a nuestra vida, otorgándole una nueva razón al camino.

    Este ser, es un escritor,  él es Ezequiel Tertulio. La escritora puede ser ella.

   Lunas en todas sus fases, lo cautivan, como la razón de una mujer, como las mareas.

 

Tiene al idioma por su fortuna, y el uso de las palabras un tesoro.

   El silencia, calla, omite lo necesario, retiene u oculta, cuenta, con pocas palabras musita una melodía.

   Roba corazones o destroza ideas preconcebidas, no es un revolucionario,  a su modo intenta acercarse al arte, con ingenio e ingredientes da forma a historias que cobran vida.

 

    Trabaja reclutando imposibles, lindando con esa magia que nos trasporta al mundo que ha escrito, las saboreamos, las vivimos, somos como parte de sus personajes de ese mundo que nos muestra.

    Utiliza todas las artes, y algunas ciencias,  más las letras, el alfabeto dan vida a lo que sus musas le invitan, desatando nudos a los sentimientos.

    La luz busca en cada día, toda luminaria para su intelecto necesita, si es preciso la lumbre de una vela que da vida a su tarea, a Dios se encomienda y se pierde tras cada punto, cada coma. Por donde el hado lo lleve.

   Inicia su trabajo dejando atrás la ruta del ayer, por el hoy se encarama e intenta desafiar lo que el mañana traerá.

   Ocupa su tiempo como hacedor de sonrisas, lágrimas, e historias que nos permiten viajar con el corazón, la razón y la imaginación, de mentira como si fuese realidad.

 

 

QUIEN ESCRIBE PARA TI:        Ezequiel Tertulio, para los amigos Joey.

                                                                       

                                                                                                                                                                             

 

                                                                                                                                                                eLY.  3.

Viudos

  Inexpugnablemente sonó el despertador, más Joey ya se encontraba entre sueños, casi despierto,  los ladridos de un perro a una hora inusual, con ese sonido insistente y molesto lo despertaron por completo y se vio ante un frio día otoñal que le dificultaba desprenderse de su lecho, casi al amanecer, perdiendo sus últimas horas de descanso matinal, levantarse.

    El despertarse antes de tiempo, como entre una bruma recordaba pequeños retazos de un sueño donde la protagonista era su mujer, eso solo  recordaba, eso solo…

   En otro sitio se caía de la cama a la misma hora, el editor, que ya una vez en pie, se ducho espaciadamente, luego se rasuro y después del desayuno término de acicalarse. No le gustaba verse al espejo, la imagen entonaba con el paso de los años. Mas una vez vestido muy elegantemente no tenía nada que esconder, con la camisa suelta como al descuido, su peinado con aire juvenil y al no ser calvo disimulaba su edad. Igual, aunque tenía que estar presentable no vivía para su imagen, tan solo lo indispensable, se limitaba en mantenerse saludable física y mentalmente, actuar con corrección el resto vendría por añadidura.

   A mitad del desayuno cuando ya tenía devorado su primer sándwich e iba por el segundo, justo antes de beber su zumo, llama por teléfono a Joey, alias Ezequiel Tertulio y luego a su móvil,  aparato del que no se alejaba ni por la mañana ni durante todo el día. Lo que no le pasaba a Joey para quien seguía su vida por igual no disponía de su móvil a su lado todo el tiempo,  mientras, el editor, quien intentaba localizar a Joey se sentía inquieto.

 

    Era  condición de ambos el tener el mismo estado civil: viudos. Y parecían querer seguir así para largo, uno aun de vez en cuando le escribía una carta a su difunta manteniendo su amor por ella intacto y el editor contaba con una señora amiga soltera entrada en años, con la que tenía largas pláticas  tocaba todos los temas menos el amor y el sexo, solían  muy de vez en cuando ir al cine o a cenar, solo eso los unía, una amistad.

  Al ser viudos y abundar más mujeres en ese estado que en el de ellos, tenían ¡tantas candidatas a su alcance! más parecería que les temieran y se alejaban de ellas, cuando una que otra intentaba acercarse a los dos viudos. Parecía de momento o en forma definitiva  hallarse muy cómodos en ese estado, sin poder olvidar  quienes fueron sus compañeras en la vida. Hecho poco frecuente entre sus pares, los tiempos cambian en algunas cosillas, más ellos se lo pensarían antes de algún intento.

 El editor no era tan bien parecido como Joey, pero tenía cierto aire intelectual, vestía con la mejor ropa y no le faltaba dinero, era alto, canoso y robusto con una importante nariz, que le sentaba muy bien.

   Por lo general se reunían todos los domingos en el bufet de un club barrial, donde Dolores era la encargada. Eran clientes asiduos y contaban con su propia mesa, o mesas según la cantidad de amigos que allí se encontrasen, un lugar para  hablar de deportes con las consabidas rivalidades, las noticias del país y del mundo.

   Joey y el editor se conocían de la época en que el novato o aficionado escritor solo se dedicaba a la mecánica y por amigos en común uno dio con el otro. Lo que no le pasó por la mente a Joey padre que él en algún momento llegaría a ser un desconocido e incipiente escritor, el haber conocido a esta persona que le abriría una posibilidad, darle un nuevo sentido a su vida… llevarlo con más seriedad con el pesar del pasado. A valorar su esfuerzo y trabajo y a escribir con el deseo de ser leído.

      Desestimar, la opinión del editor sobre sus escritos no estaba entre sus ideas. Le gustaba escuchar las críticas de quienes por sus manos pasaban sus escritos, todas contaban y si se trataba de un editor, porque no arrimar un ala. De momento escribía por placer.

   Joey aun retirado de su oficio de mecánico solía asesorar al editor sobre un sin número de autos que él parecía tener el gusto y la posibilidad de coleccionar, pues estaba a su alcance. Joey  solo podía devolverle una idea, al  echarle un vistazo y recomendarle algún colega,  el sabría que avería podía tener su auto mas no contaba con lugar físico, las herramientas adecuadas, ni las piezas imprescindibles para solucionar el entuerto, se limitaba a asesorarlo, para que así teniendo ya una idea no le timaran.

 

   Joey le recomendaba a sus colegas más fieles del oficio, en el editor quedaba la última decisión, luego de que el viudo le abriera un abanico de posibilidades.

   Esa mañana el editor quería hablar con Joey por un tema de autos, pero cuanto más insistía, Joey parecía negado a atenderle.

    El editor, de todos sus autos solía con más frecuencia utilizar dos de ellos, uno de lujo para reuniones claves, fiestas de gala y poco más; a diario se montaba en otro, éste último era un pequeño auto, de económico consumo y con un buen chasis, con el cual se movía por la ciudad con facilidad y pasaba casi inadvertido.

    Pasando algunos días llegan a las manos del editor unos escritos de Joey, los cuales le resultaron frescos y originales, más en esta época que la mayoría de las historias van de vampiros, zombis, magos, para el público joven; para las mujeres les queda el tan trillado genero rosa mientras ellas, ya muchas profesionales y no tanto, están en busca de otra cosa; para el grupo restante escritos de política, ensayos, biografías, etc. Y algunos cuentos para niños… la prensa de los rumores obviamente. No es que sea lo demandado por el público, ni lo que las editoriales le soliciten, lo que escribe Joey, por el contrario. No es lo que se suele leer todos los días, no esté en boga, o no llega al mercado; pocos se sumergen por sus escritos. No entraba en el ítem del gran número de lectores, pero aquellos que busquen algo nuevo con él lo hallarían. Su escritura tiene el tinte de las minorías exclusivas.

    A Joey le dice el editor que lo escrito tenía que ser para ayer, que necesita alguna de sus historias concluidas. Joey lo veía muy relativo, no lo tendría para un mañana bastante cercano y menos para ayer. El  editor  le exigía para animarlo y le tiro un par de datos sobre lo que el editor buscaba de una historia suya. Entre otras cosas un mensaje, un herido,  un anillo y sueños...

 

   Al mismo tiempo le comunica que tienen una charla pendiente sobre autos.

 

                                                                                                                                              eLY. 4. 

 

 

 

 

 

 

 

Porque El Club Búfalo

  En dicho club de barrio se reunía Joey padre con sus amigos, entre los que contaba el editor.

    El nombre de la pequeña asociación parecía ser que se remitía a un antiguo emigrante cuya familia fue cazadora de búfalos, otra versión se refiere a un posible antiguo dueño aficionado al baloncesto que por ahí vendría el origen del nombre, pero era más conocido por el nombre de Dolores quien regenteaba el bufet. Solían decir más frecuentemente vamos a lo de Dolores que a Búfalo, quizás por ser su cara visible.

   Un día viernes, para muchos el último día laborable, al estar cansados de toda una semana que llegaba esperanzadamente a su fin, se encontraban todos doloridos, parecía dolerles hasta el alma, todos se quejaban menos Dolores la encargada.

   Joey y su grupo de amigos también se sumaban a la lista de doloridos, en tales trances estaban, cuando Chin se acerca y comienza a ofrecer su pomada para los dolores, en dos formatos, los presentes uno tras otro, se retiran como desconfiando de esa única crema, sus dolores eran tan crónicos que ya no confiaban en nada, prefirieron sin dar explicaciones irse luego de pagar sus consumiciones, evaporarse lo antes posible…como escapando se fueron todos olvidando sus dolencias.

    Dolores acordándose de su abuela le compra un tarrito pequeño, a quien se le alivia la cefalea untándose con ella un poquitín las cienes.

    Eso sí, Chin, todas las semanas ofrecía en sus dos formatos traduciendo al español su milagrosa pomada: remedio contra los catarros, irritaciones de la piel, heridas leves, contusiones, cortaduras, quemaduras, picaduras de insectos, rajaduras de labios, inhalante, alivia dolores reumáticos, neurálgicos y dolores de cabeza.

 

 Para el estrés ¿Qué pomada nos recomienda don Chin?  ¿Don Chin no tiene nada gratis contra, el dolor que traen los años, algo económico?

                                                                                                                                   eLY. 5.

El atardecer en Búfalo

 Joey y sus amigos  fueron a la sala de juegos, algunos echaron una partida de ajedrez y los restantes que aún no se habían retirado se enredaron jugando al póker y otros juegos de naipes. Les quedaba poco tiempo no solo porque el club cerrara sino porque a la mayoría ya los esperaban en sus casas.

    Los últimos en irse fueron el editor y Joey, tuvieron que dejar todo en tablas. Sus partidas de ajedrez  para los entendidos eran admirables. No les faltaría ocasión de culminar el juego otro día, deporte de estrategas.

    Joey esta vez alcanzo hasta su casa al editor quien quedo sorprendido del auto de Joey, regalo que había recibido en un cumpleaños, percibiendo cuantas aficiones tenían en común ambos.

  El editor como a modo de mentira a verdad le saca como tema de conversación, lo que él esperaba de Joey, sí, en lo que le había encargado en esa novela o cuento, que estaba muy interesado en su estilo de escribir, más hay mucho que pulir, ya le encontrara UD el modo de esmaltarlo, confió en su talento. El mejor medio para hacerlo y no la deje “es el de la lectura”, cuanto más variada mejor…espero esas noticias de ayer con gran curiosidad, y se despiden con una sonrisa sin reveses.   Ante un futuro prometedor…le deseo ponga fe, empeño, rigor y trabajo duro.

 

   Mientras Dolores recogía, e iba adelantando la limpieza antes de cerrar, siempre había algún rezagado, entre los últimos parroquianos estaba don Chin que luego de una pobre jornada, poco había vendido, Dolores le puso junto a la barra “su pan y un vaso de agua”, que recibía humildemente nuestro vendedor de pomadas para todo. Ese pequeño detalle reconfortaba a Chin quien siempre, tras sus ventas flacas o rellenas no se salía de la norma, “su pan y su vaso de agua” y Dolores le convidaba, él no hacia ningún gasto, más en Búfalo se atendía a todas las personas sin distinciones y un pan junto a su vaso de agua como se lo iba a negar…

                                                                                                                                   eLY. 6.

El mensaje

            

 El viento azotaba las pequeñas florecillas que con la primavera  a la vida las traía. El recordó: tengo que ir al cementerio.

     Desde que su difunta había fallecido nadie más ocupo su lugar y desde entonces sus sueños ya no eran tan placidos.

     La noche pasada justamente había soñado con ella como tantas otras veces, con Shelley, pero como de costumbre no podía hallar un significado al suceso, se truncaba ante el sonar del despertador; el móvil u otro ruido extraño, como sucedió esa mañana, sacándolo de la cama.

   Aparentemente no era más nadie que el editor quien lo había llamado y lo siguió llamando al móvil, al tel. Incesantemente, tan solo falto presentarse en su casa. El editor luego de haber leído alguno de sus escritos le había encargado un libro a Joey, su editorial no se inclinaba por ese tipo de libros pero quería un lavado de cara, lo necesitaba  completo, antes de dos meses.

      Ezequiel no tenía mayor favoritismo por esa categoría de escritura  ni la desdeñaba, más por las prisas que ello requería últimamente estaba dudando de su profesión de escritor aficionado, que apenas era una vocación incipiente para él,  cada libro ha de tener su tiempo para nacer, crecer y concluirse; por lo que llego  a dudar de hasta donde quería o podía llegar.

      A las cuatro de la tarde decidió emprender el camino al cementerio, el editor seguía animándolo  con sus llamados; más decide por dicho motivo   no responderle, en ese espacio de tiempo se lo dedicaría  exclusivamente a Shelley, a quien  más se lo debía y  orar por su alma. No estaría ni para el editor ni para nadie, necesitaba meditar junto al lugar de lo que de ella “quedaba” en el espacio tierra, además el sitio en su memoria y corazón donde permanecía perenne. Llegado ya junto a su tumba lloró como no lo había hecho antes, ni el mismo día de su muerte.

 

      De regreso a su casa al igual que a la ida prefirió no manejar y movilizarse en un taxímetro. ¡Otra vez el editor! El móvil ronroneaba, aullaba, gritaba y le pedía auxilio. A lo que le contesto finalmente que- el libro podría estar para el próximo año o tal vez podría concluirlo a la brevedad, no quería desilusionarlo ni mentirle…más el editor tenía varios otros escritores esperando con más ansias que él…el tiempo dirá, cuál será el  destino de su libro, si esperarían el tiempo que el escritor necesitaba para concluirlo, aunque no fuesen los tiempos del editor y el mercado, o quedase abierto un lugar en el espacio para algún día llegar a editarse.

      Antes de subir al vehículo que lo llevaría a su hogar recordó parte del sueño y como un rayo se le presento la imagen de un anillo y de una mujer que no supo decir si era su difunta esposa u otra persona, solo esas dos imágenes recordó y tenía la sensación de que estaban relacionadas con los sueños de esa pasada noche y otros anteriores…

      Una vez en el taxi pasado un breve lapso de tiempo  ya en marcha, este frena intempestivamente, pues se hallaba en la calle un hombre derrumbado y ensangrentado, por lo que atinaron a  llamar a la policía y a una ambulancia.

     El mal herido individuo se dirigió a Joey y mirándolo fijamente a los ojos lo increpo -es usted el viudo de…  justamente… aquí tengo algo que entregarle, pueda que le sea útil, era justo un anillo; el escritor no supo que contestarle y tomo entre sus manos ese objeto. Luego  el coche policial se fue junto a la ambulancia que se llevó al herido. El escritor vio un nombre grabado en lo que le entrego el hombre mal herido ¿quién sería? Y recordó alguna de las últimas palabras de Shelley, si alguna vez piensas rehacer tu vida, me hubiese sentado muy bien, feliz  que lo hicieses con nuestra amiga en común, si falto. Joey quedo  anonadado al leer el nombre que en el anillo estaba: justamente el de la amiga de ambos.  ¿Si rehízo su vida? No lo sabemos aún, lo que sí hizo fue escribir ese dichoso libro, aunque le llevó más de un par de meses el darle el final y conclusión. …quizás un próximo libro habría de ser de un estilo diferente, hoy ni él lo imagina…algo de otro estilo, aunque en su condición de aficionado, en su fuero interno le suena  algo demasiado ambicioso.

                                                                                                                                   ely. 7.

Quien es el hombre mal herido

 Lánguido Pérez todas las semanas infaltablemente visitaba la tumba de su reciente fallecido hermano. Pocas veces coincidía con Joey, ambas tumbas de sendas personas estaban una al lado de la otra, alguna que otra vez se saludaban al pasar, mas no pasaban de ahí, Pérez sucumbió a la intriga de ver quien estaba enterrado, hombre o mujer junto a su hermano , no le llevaría mucho tiempo leer la lápida. La sorpresa fue muy grande, los restos de la mujer que allí yacían eran los de la mejor amiga de su cuñada, a quien conocía de joven…con razón la cara de Joey le resultaba familiar… ¡habían pasado tantos años!

    La viuda del hermano de Pérez le confesó que había estado a punto de casarse con Joey, más cuando conoció al quien sería su esposo  el hermano  de Lánguido, se casó con él y su mejor amiga con Joey.

    Al quedarse viuda pensó mucho en Joey y lo que con su amiga y ella habían tramado,  Joey y ella quedaron viudos. Recordaba Complicidades de jovencitas con vistas a un plazo lejano. A un futuro que podía ser certero. En tal caso como se presentaba tenían el camino libre para reconquistarse en cuanto a la memoria de Shelley.

    La viuda enterada por su cuñado de la muerte de su amiga, recordando el pacto don la ya fallecida, le pide encontrar a Joey y entregarle un anillo, creía que eso bastaría para dar un mensaje a Joey, ya en estado de viudez.

 

    Llegado el día, coincidieron Joey y Lánguido Pérez cerca del cementerio, repentinamente  cuando el taxi donde viajaba Joey, se detiene bruscamente, al hallar un hombre mal herido, al cual habían intentado robar, siendo casualmente Lánguido, quien al verlo le entrega un anillo a Joey.      Ese anillo que llevaba impreso el nombre de un gran amor  de su juventud y ante lo cual abalaba su difunta, si se daba la situación de ella morir antes que él, recuperar a Evangelina la amiga de Shelley y rehacer su vida. Las piezas del libro iban cerrando, “El mensaje” fue el libro y un pacto entre dos amigas cobraba verdaderas dimensiones.

                                                                                                                                             eLY. 8.

 

Las dos amigas

 

  Shelley y Evangelina fueron amigas muchos años.

    Ambas llegaron a enamorarse de un mismo hombre Joey, más ellas se reían de la vida y su amistad era más importante que ningún hombre. Sin acuerdo entre ellas no sería ni para la una ni para la otra.

   Evangelina era secretaria de un bufete de abogados en el que estuvo trabajando hasta jubilarse, tiempos en lo que era de lo más normal, tuvo ascensos y aumentos de sueldo meritorios.

  Shelley pertenecía a una familia adinerada que pasó su infancia en Sud África, se inclinaba por las artes y sus primeros maestros eran particulares, no asistía a ningún colegio, con el tiempo emigro a América y luego a Europa. Por los tiempos en que Joey estaba interesado en Evangelina y Shelley también le agradaba. En su trabajo, conoció Evangelina a un cadete que puso en duda si era Joey el  hombre  de su vida.

   Este joven, Pérez, hermano de Lánguido, el accidentado, no era conformista, ni perezoso, sí responsable, serio y dispuesto, si escuchaba algo desagradable pasaba de ello. Era una persona muy diplomática y concertadora.

  Mas cuando le hecho el ojo a Evangelina, una rosa para él. Ella, sería la flor de su vida y en plena juventud quien no quiere comerse el tiempo.

 

   La joven estaba entre dos amores muy distintos pero ambos muy seductores y seguros de sí mismos, reuniendo las condiciones imprescindibles para conquistarla y formar un hogar. Su amiga  enterada  del otro pretendiente de Evangelina le pregunta cuál de los dos le gustaba más. Por cuestiones que no llegaremos a saber se inclinó por Pérez, entonces le propuso Shelley un trato que le dejara a ella conquistar a Joey y si por esas cosas del destino enviudaban antes que Evangelina y ésta enviudaba también, dadas las circunstancias y estando Joey al tanto, tenía el permiso incondicional de reconquistarse. Por los caminos de sus vidas llegaron a dicha condición y Joey se casó por segunda vez. Evangelina su primer amor, ahora en el otoño de sus vidas. Sin así romper el pacto entre amigas, sería su nueva compañera…

                                                                                                                                                                eLY. 9.

El club Búfalo esta de fiesta

 Fue difícil para Joey rehacer su vida, aunque se casó con su amor de juventud aun recordaba a Shelley,  lo mantenía en secreto, solo él sabía lo que costaba darle un final a una historia y renovado iniciar otra, cuando ambas se le entremezclaban en su pensamiento y en sus emociones.

   Pasaron los meses y el antiguo amor fue remplazado por esas brazas que quedaban de su historia con Evangelina  como algo parecido al momento de conocerla, tratarla y enamorarse de ella y sin olvidar a Shelley desde otro lugar.

    Y dando gusto a la difunta y a la amiga de ambos reiniciaron una vida en pareja, pasaron por el civil, las despedidas de solteros entre comillas, la luna de miel y el casamiento por iglesias lo dejaban para luego.

  El festejo fue en lo de Dolores, en el club Búfalo se encargaron de todos los pormenores junto a sus amigos y familiares, inclusive el editor.

  No faltaron los típicos entremeses a la orden de los improvisados chef, la comida fue abundante y sabrosa, en una palabra deliciosa.

  No falto la torta preparada por la abuela de Dolores, en ello se especializo a lo largo de su vida, luego el brindis y finalizando con un baile al cual ante la felicidad que demostraban ambos tortolitos la compartieron con todos sin perder pieza.

  Chin sin saber que ese día en particular se celebraba una fiesta privada como desde la nada apareció ofreciendo a la venta, la popular pomada china para los dolores.

¿Tendrá Chin una pomada para enamorarse?

 

   Evangelina y Joey parecían ya haber probado esta situación, “pues donde fuego hubo como dice el dicho cenizas quedan”. Así resurgió su amor de juventud. Y ambos después de sendas etapas de viudez, renovaron sus vidas uniéndose través del amor y lo confirmaron ante sus seres queridos y ante Dios un poco después. La luna de miel los hallo luego del tercer libro publicado de Joey, en un lugar paradisíaco tal cual a la zona que describía en su novela. Solo le falta a Joey plantar un árbol.

 

                                                                                                                                                eLY. 10

 

                                                                                 Fin